El hecho
ocurrió mientras Biden bajaba del helicóptero y el dron con forma de una
cigarra robot, molestó al vetusto presidente estadounidense que no supo si
caer, quebrarse, o pedir que un caza F-18 que revistaba en el portaaviones clase
Nimitz USS Dwight Eisenhower, atacara al insecto mecánico mientras lo designaba
con su llaverito láser.
Biden, reconocido
por su política en los Balcanes de disparar primero y preguntar después, tuvo
la misma idea con el intruso, pero uno de sus asesores militares le aseguró que
la explosión los mataría a todos, inclusive al propio Biden, por lo que después
de meditarlo cinco minutos ordenó que se detuviera el ataque utilizando a un
doble de Nicholas Cage, que siempre llevan en una jaula, el que corrió en cámara
lenta con dos bengalas, haciendo que el F-18 se desviara quince segundos antes
de disparar el misil Maverick.
Después de
la azarosa situación y frente a la prensa británica, Biden miró hacia oriente y
con gesto adusto balbuceó: Rasha, rasha, rasha, rasha, rasha and rasha… (N.d.A.
En “norteamericano”, Rasha es Rusia).
TO.
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